viernes, septiembre 25, 2009

El regreso de la sabandija

Y una vez más, después de una ausencia de 4 años regreso a mi blog. Y la novedad es que decidí comprarme una motocicleta. Lo más interesante del asunto es que todas las personas que conozco tuvieron una gama basatante copiosa de emociones.

Los hubo que creyeron que estaba bromeando, o los que pensaron en que era un capricho pasajero, como cuando se te antoja un helado y no puedes dejar de pensar en eso hasta que se te olvida. Hubo quien me miro perplejo, como si lo que dijera fuera algo incomprensible, hablado en otro idioma. Y hubo otros más que me dijeron que era buena idea.

No crean que esto fue un acto impulsivo, para quienes me conocen bien saben que antes de esta decisión se realizaron incontables estudios de factibilidad, 3 estudios de costo-beneficio, varias sondeos entre la población, una mesa redonda de preguntas y la consulta con varios grupos de opinión.

El detonante fue que uno de mis nuevos amigos (si ya tengo nuevos amigos aunque no lo crean) tiene una moto y pues dije, ya vi burro y ahi tengo quien me enseñe. Y pues que me decido a comprarla.

No, no fui corriendo, ese día, ni al siguiente ni tampoco al siguiente, eso habría sido un extraño comportamiento. Simplemente me decidí a comprar una moto porque quería aprender a andar en una moto. Y pues aqui empezó esta historia, de como me decidí, a mis 34 años, a comprarme la primer moto de mi vida. Yo que nunca supe andar en moto y cualquier video de mis andanzas en bicicleta podría haber servido como material para el video de la canción de cri-cri del chivo en bicicleta en este nuevo milenio. En la siguiente entrada les contaré un poco más de esta historia.